Tanto para el transporte de líquidos alimentarios como para el transporte de mercancías en general, hay dos grandes alternativas terrestres: el transporte por carretera o por ferrocarril.
En balance general, no podemos considerar que un método sea mejor que el otro, ya que va a depender de las características específicas y de nuestros objetivos. En este post hacemos un balance de los pros y contras del transporte por carretera y por ferrocarril para ayudarte a decidir qué servicio se adapta mejor a tus necesidades.
El transporte de mercancías por carretera es el método predilecto a nivel mundial. Aunque no es el que mueva más cantidad de toneladas.
Su flexibilidad y la posibilidad de hacer entregas puerta a puerta ayudan a explicar su éxito. Además, es un método que permite enviar cualquier tipo de mercancía. Tanto pequeños envíos urgentes como cargas completas.
Entre las ventajas del transporte de mercancías por carretera podemos destacar:
Las principales desventajas del transporte de mercancías por carretera son:
El transporte por ferrocarril es otra de las modalidades de transporte más utilizadas, aunque con bastante distancia del transporte por carretera, por tener que disponer de una infraestructura propia. Por otra parte, es un método eficiente y que contamina menos.
Entre las ventajas del transporte de mercancías por ferrocarril podemos destacar:
Por otra parte, también debemos considerar las desventajas del transporte de mercancías por ferrocarril:
En ciertas circunstancias, puede ser recomendable alternar el transporte de mercancías por carretera con el transporte por ferrocarril. Teniendo en cuenta que los camiones son más flexibles y se adaptan mejor a entregas más pequeñas o urgentes. Y que el ferrocarril es más eficiente y que funciona bien con grandes cargas. Podemos beneficiarnos de los beneficios de ambos métodos creando rutas en las que combinemos ambas alternativas, esto se conoce como transporte intermodal o multimodal.
Después de hacer esta comparativa entre las dos modalidades de transporte, podemos concluir que el transporte por carretera es más barato que el ferrocarril cuando hablamos de distancias medias. Mientras que el ferrocarril es más barato para trayectos largos. En función de condicionantes como la cantidad de carga, la urgencia de la entrega, etc. puede ser más adecuada una modalidad de transporte u otra.
Como conclusión, no debemos limitarnos a seleccionar un método por encima del otro, sino adaptarnos a las circunstancias de cada momento. Asimismo, el transporte intermodal puede permitirnos aprovechar las ventajas de ambos métodos.
Esto ha sido obra de Sr. Concejo